Mulan Live-Action: ¿Vale la pena verla?
Este filme es un remake en formato live-action de la animación de Disney, Mulan (1998), inspirada en una leyenda oriental. La historia comienza con una China en guerra que obliga al emperador a reclutar varones para el ejército imperial. Fa Mulan desesperada al ver que su padre, ya mayor de edad, tiene que salir a luchar, decide hacerse pasar por un soldado y toma su lugar.
La producción cuenta con una fotografía increíble, un diseño de vestuario muy bello y unos paisajes de China muy acorde a la época de la leyenda, que lamentablemente se podrían haber apreciado mucho más en la pantalla grande. Los actores son todos de nacionalidad asiática, lo que hace que sea mucho más fiel a la historia inicial y a la cultura oriental.
La directora de la película, Niki Caro, dijo que esta versión no tendría las canciones ni los personajes mágicos del filme animado, para así, hacer de esta producción más apegada a la leyenda.
Esto molestó a muchos de la audiencia, incluyéndome, ya que en mi opinión, hay musicales que tocan momentos de la historia bastante serios y son un éxito como Los Miserables o La Novicia Rebelde, pero también pensé que sería interesante ver una versión de Mulan más adulta y realista.
Sin embargo, estos dichos de la directora terminaron siendo una contradicción, ya que al empezar la película nos muestran a un personaje nuevo que es mágico y dan a conocer un poder que tiene la protagonista que no vemos en la versión animada.
Además, las escenas de acción no tienen sentido, desde las peleas que desafían mucho las leyes de la física para ser una película realista, personajes luchando sin protección en el cuerpo, hasta cortes grotescos donde los personajes salen en diferentes partes al mismo tiempo. Algo muy decepcionante para una producción al nivel de Walt Disney Studios.
Esta película tiene escenas que se nota que van más dirigidas a un público oriental más que occidental, esto tuvo como conclusión, que para nuestra cultura este filme fuera mucho más frío, superficial, fácil de olvidar y no termina de llenar la conexión emocional con los personajes que conocimos en la animada.
